Hoy en día, es una cuestión importante saber cuando es necesario adaptar audífonos y cuando implantes cocleares.
A menudo la decisión se basa en el grado de pérdida del paciente, en el beneficio que puede obtener con audífonos convencionales y en sus deseos.
En el caso de los niños esta decisión es más crítica debido a la importancia en el desarrollo cognitivo y escolar. En el caso de los adultos la opinión del paciente acerca del uso de amplificación es, desde luego, muy importante.
Primero, el paciente debe ser consciente de las dificultades que le causa la pérdida auditiva. Una pérdida leve en frecuencias agudas puede ser un problema para un profesor de primaria pero no serlo para una persona retirada. Segundo, el paciente debe querer iniciar el proceso de rehabilitación auditiva (usar amplificación).
Es habitual que los miembros de la familia fuercen, con buena intención, a la persona afectada para que se adapte unos audífonos. Estas a menudo acceden a comprarlos para satisfacer a los miembros de su familia, pero ráramente acaban siendo usuarios satisfechos.
El audiólogo debe analizar todos los factores anteriormente descritos y examinar cuidadosamente los pensamientos y sentimientos del paciente a la hora de decidir si es un buen candidato a usar audífonos.
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